Hace ya unos días que vengo sintiendo que mi búsqueda artística va por el lado de lo espiritual y no por el intelecto o la razón, creo que el arte es algo para sentir sin necesidad de entender un concepto, algo que debe ser bello como la naturaleza misma. Ya no me veo haciendo escenografías ni luces para espectáculos basados en un desarrollo intelectual o una demostración de egos, creo que el arte debe llegarnos al corazón, no a la mente.
Es infinitas veces más bello un árbol que cualquier representación de éste, más bello aun que cualquier fotografía que de él pueda hacerse.
Cada vez me interesa más la abstracción vinculada a lo energético, lo espiritual. Me interesa desarrollar objetos del tamaño que sea que tengan una finalidad artístico-espiritual, que sean bellos en su forma y color pero que guarden relación con las energías de la materia y la inmateria, el color de los centros energéticos, la forma molecular de los elementos o su representación en los diversos campos de la metafísica.
¿De qué nos sirve desarrollar formas y expresiones artísticas, si éstas, no nos conducen a ninguna conexión espiritual con nuestro ser, nuestro presente presente, contextual y humanitario?
Es necesario vibrar en una frecuencia elevada de conciencia para sustraernos de la pequeñez a la que solemos encasillar nuestras vidas olvidando la potencialidad que lleva implícito poder respirar y contemplar el vacío.
Agustín Pecchia, Bariloche - 28 de Julio, 2011
agustin pecchia - reflexiones / reflections
sábado, 6 de agosto de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
Luz, Ventanas y Suciedad
Hace ya un tiempo, a raíz de la “nevada de arena” del pasado 4 de Junio aquí en Bariloche que me vengo replanteando varias cosas y cuestionando otras tantas y, dentro de ellas, qué otros mensajes se pueden interpretar de este acontecimiento natural que, pese que nos pueda molestar o que, desde nuestra percepción escueta y limitada del tiempo creamos como “exótico” es algo de lo más frecuente –en edad geológica- por estos lados.
Algunos días atrás opté por limpiar algunos de los vidrios de mi casa, sólo de aquellos que ve la gente comúnmente cuando viene a mis clases particulares de “arte y tecnología”, para darle un aspecto más limpio al espacio un poco por esta idea contemporánea y social de que un ambiente limpio es más “acogedor”, será realmente así?, bueno, el punto es que evité un poco por pereza otro poco por gusto, limpiar los vidrios de mi habitación y, gracias a eso pude apreciar dos situaciones que voy a intentar analizar un poco más “técnicamente” de lo que viene siendo hasta ahora este texto:
Llegué anoche tarde luego de tomar exámenes finales de “Luminotecnia y Diseño Sonoro” (Carrera de Arte Dramático - Univ. Nac. de Río Negro) y pude ver otra vez algo que ya había visto varias veces pero que me motivó a analizarlo un poco más o, mejor dicho, que me condujo a asociar conceptos, algunos de los cuales vimos en uno de los exámenes: la luz y su comportamiento frente a superficies transparentes y frente a las translúcidas. Hago aquí un paréntesis para explicar esto brevemente, resulta que, en iluminación escénica, cuando tenemos un artefacto (mal llamado “tacho”), lumínico como un PC de buena calidad y uno de mala calidad (PC: Plano Convexo, llamado así por el tipo de lente que posee su sistema óptico)… en resumidas cuentas, un artefacto que nos posibilita generar un haz de luz tal que al proyectarlo perpendicular al piso o una pared dibuja un círculo de bordes definidos en el caso del de buena calidad de la lente ya que ésta es perfectamente transparente mientras que, el de mala calidad, que posee una lente más translúcida que transparente genera un círculo de bordes más difusos similar a lo que produciría un artefacto Fresnel (que no pienso detallar aquí pero que básicamente se diferencia del PC por el tipo de lente que posee y que lleva este nombre debido a su creador).
Entonces, teniendo esto en la cabeza, fresquito!, llegué a casa de noche como contaba, y me puse a observar las ventanas… las del comedor –donde doy las clases- que están limpias –aun- están transparentes y al tiempo que reflejan muy bien los objetos y luces, permiten ver el exterior y, al apagar las luces internas de la casa la luz exterior simplemente entra al interior sin mucho más condimento p magia que esa, mientras que, por el contrario, las ventanas de la habitación –que aun conservan una capa de ceniza volcánica- no solo no reflejan muy bien las luces interiores (lo que genera una sensación perceptual intermedia entre la intimidad y la opresión?, bueno, una sensación rara…), sino que, al apagar la luz interior la exterior se filtra pero proyectando sombras sobre el vidrio que oficia como elemento “ventana” que deja pasar la luz pero al mismo tiempo como soporte de imágenes como una pantalla de sombras chinescas… digamos, la ceniza generó en el vidrio una superficie translúcida, algo similar pero no igual a un vidrio levemente esmerilado. Por ello las fotografías… para que se puedan comparar estas dos situaciones.
A su vez, decidí incorporar otras fotos, que hablan de algo similar aunque distinto pero que me parece piola mencionarlo aquí ya que, como dije, mis clases particulares son de “arte y tecnología” y pienso que puede serle útil a alguien, emplear este conocimiento con fines artísticos o tecnológicos según lo decida. Me refiero a una situación física de la luz y que, escénicamente tiene un uso artístico interesante, como resultado de la fusión del arte, la ciencia y la tecnología:
La luz sólo es visible al interactuar con la materia, materia ésta, que la absorbe o la refleja (negra o blanca, opaca o brillante)… a su vez, su haz sólo es visible si hay humo o polvo volando en el ambiente (como cuando caminamos por un bosque y sopla un poco de viento o por un camino de tierra y pasa un vehículo… el polvillo que se levanta nos permite ver los haces de luz artificial si es de noche, natural –del sol- si es de día); así, en una obra de teatro o un espectáculo de música (más frecuente en este último y muy habitual en discotecas), el empleo de máquinas de humo nos permite visualizar los distintos haces de las luces o lásers que se están utilizando lo cual le confiere un aspecto más envolvente al clima lumínico, más íntimo, acogedor y hasta corpóreo o tridimensional, de ahí las fotos ilustrativas: en las dos primeras un ejemplo casero con una linterna led y el humo producido al quemar palo santo y las dos siguientes por un puntero láser con y sin humo mediante.
Agustín Pecchia – Bariloche. 30 de julio, 2011 / Copyleft, libre de derechos de autor
miércoles, 19 de enero de 2011
reflexión sobre el pasado
ayer me preguntaba: ¿cuánto de todo lo que vivimos diariamente será recordado en el futuro?, ¿porqué nos empeñamos en acumular cosas que con el paso de los años quedarán en el olvido?
noviembre, 2007
domingo, 16 de enero de 2011
nacimiento de mi obra
NACIMIENTO
Ligada desde sus inicios a la escenografía, mi obra plástica se desarrolla en función de una búsqueda espacial y una necesidad por la activación del espectador, vale decir, que éste forme parte de la misma o bien que pueda modificarla e interactuar con ella.
Los módulos triangulares, surgen a partir de la fragmentación o reducción al mínimo plano bidimensional posible de la figura del hexágono y éste a su vez como un derivado del traspaso del módulo pixel del arte electrónico al espacio físico en tridimensión, un cubo cuyos límites perimetrales en vista axonométrica delimitan un hexágono.
El triángulo es a un tiempo la mínima expresión bidimensional posible; la forma estructural más estable existente en todas las formaciones moleculares naturales, (en base a la cual se desarrollan todas las estructuras arquitectónicas que persigan una alta resistencia, elasticidad, estabilidad y perdurabilidad); y los tres ejes básicos de ubicación en el espacio (x, y, z).
Del título de la serie:
RED: por lo que la define como objeto mismo, y al mismo tiempo por su significado actual en la era digital, intensificado a su vez por los datos alfanuméricos que se incorporan a la obra a traves del impreso de la fabricación de la manguera (Marca, modelo, medidas, fecha y hora de realización) que varían según el momento de realización de cada metraje de la misma; fragmentados así mismo por la propia fabricación de la obra, que puede asociarse a la metodología aleatoria y fragmentaria que poseen los entornos digitales para ordenar la información.
De las obras en sí:
Surgidas de la forma triangular como derivado de la fragmentación del plano hexagonal a la forma estructuralmente más estable y mínima de expresión bidimensional; se asocian al concepto de obra abierta (U. Eco), al de la obra viviente (J. Beuys) y a los parámetros rizomáticos de expansión molecular de ciertos organismos vegetales.
La preocupación por la participación activa del espectador surge de un interés personal por las artes escénicas experimentales y performáticas, por una necesidad de juego constante basada en un punto por inquietudes ante los planteos teóricos de A.Artaud, P. Brook, E. Barba, A. Boal entre otros teóricos del teatro de los siglos XX y XXI.
La naturaleza elástica de mis obras deviene de mi propia experiencia como montajista de obra plástica ligada a planteos inherentes a la escenografía, vale decir, que sean: livianas, desarmables o plegables, resistentes, rápidas de realizar, etc. Y, a su vez de una necesidad interna por desarrollar obras que soporten golpes y mal tratos, que sean flexibles (propicias de amoldarse a superficies y exigencias de montaje variado), espaciales sin ser netamente esculturales, elásticas para facilitar su traslado e invitar al juego con ellas y, por último vinculadas a mi obra lumínica: la proyección de sombras y juegos de planos etéreos propios de lo que en teatro se conoce como escenografía lumínica y espacio vacío.
Mayo / May 2007
instalación portátil
Las varillas plásticas que componen la obra provienen de sifones de soda descartables que recolecté personalmente en el predio de la Asociación de Recicladores de Bariloche (A.R.B.) que funciona en el Basural; en donde, gracias a ellos el material está preseleccionado. Por tal situación, la obra resulta de bajo impacto ambiental y, como en el resto de mis obras, de una buena resistencia a golpes.
Elección del material, un planteo ecológico
La idea del trabajo con materiales de desecho surgió a partir de mi retorno a Bariloche a fines de 2007, cuando viniendo de vivir en Buenos Aires decidí continuar mi obra con el material que venía empleando en ese tiempo (manguera PVC Cristal) y pude comprobar lo contaminante que resulta; el solo hecho de cortarlo y respirar el olor a goma fue muy impactante en contraste con el entorno natural y la magnificencia del paisaje que me inspiraba la búsqueda de otro material alternativo para su reemplazo.
En un principio indagué en la caña de colihue, que ahuecándola me permitió generar las varillas; aunque ello me insumió un gran tiempo de realización y la dependencia de una época del año concreta para la recolección del material seco. De ahí surgió la obra "red sonora" de la cual desgraciadamente no me quedó un buen registro fotográfico (pertenece a la colección del espacio de arte "Mapa Líquido"). Seguido a eso comencé a experimentar con papel reutilizado y, el resultado fue algo muy resistente y sumamente económico y ecológico pero que no me terminó de convencer debido también a la cantidad de tiempo que requiere para su realización.
Finalmente, a raíz de la jornada artística “Reciclarte” desarrollada a fines de 2008 en el predio de la A.R.B., tomé conciencia de que, las varillas plásticas contenidas en el interior de los sifones de soda descartables resultaban un material viable dado que allí se lo encuentra en gran cantidad en todo momento, preseleccionado y en cualquier época del año.
Julio / July 2010
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