Hace ya un tiempo, a raíz de la “nevada de arena” del pasado 4 de Junio aquí en Bariloche que me vengo replanteando varias cosas y cuestionando otras tantas y, dentro de ellas, qué otros mensajes se pueden interpretar de este acontecimiento natural que, pese que nos pueda molestar o que, desde nuestra percepción escueta y limitada del tiempo creamos como “exótico” es algo de lo más frecuente –en edad geológica- por estos lados.
Algunos días atrás opté por limpiar algunos de los vidrios de mi casa, sólo de aquellos que ve la gente comúnmente cuando viene a mis clases particulares de “arte y tecnología”, para darle un aspecto más limpio al espacio un poco por esta idea contemporánea y social de que un ambiente limpio es más “acogedor”, será realmente así?, bueno, el punto es que evité un poco por pereza otro poco por gusto, limpiar los vidrios de mi habitación y, gracias a eso pude apreciar dos situaciones que voy a intentar analizar un poco más “técnicamente” de lo que viene siendo hasta ahora este texto:
Llegué anoche tarde luego de tomar exámenes finales de “Luminotecnia y Diseño Sonoro” (Carrera de Arte Dramático - Univ. Nac. de Río Negro) y pude ver otra vez algo que ya había visto varias veces pero que me motivó a analizarlo un poco más o, mejor dicho, que me condujo a asociar conceptos, algunos de los cuales vimos en uno de los exámenes: la luz y su comportamiento frente a superficies transparentes y frente a las translúcidas. Hago aquí un paréntesis para explicar esto brevemente, resulta que, en iluminación escénica, cuando tenemos un artefacto (mal llamado “tacho”), lumínico como un PC de buena calidad y uno de mala calidad (PC: Plano Convexo, llamado así por el tipo de lente que posee su sistema óptico)… en resumidas cuentas, un artefacto que nos posibilita generar un haz de luz tal que al proyectarlo perpendicular al piso o una pared dibuja un círculo de bordes definidos en el caso del de buena calidad de la lente ya que ésta es perfectamente transparente mientras que, el de mala calidad, que posee una lente más translúcida que transparente genera un círculo de bordes más difusos similar a lo que produciría un artefacto Fresnel (que no pienso detallar aquí pero que básicamente se diferencia del PC por el tipo de lente que posee y que lleva este nombre debido a su creador).
Entonces, teniendo esto en la cabeza, fresquito!, llegué a casa de noche como contaba, y me puse a observar las ventanas… las del comedor –donde doy las clases- que están limpias –aun- están transparentes y al tiempo que reflejan muy bien los objetos y luces, permiten ver el exterior y, al apagar las luces internas de la casa la luz exterior simplemente entra al interior sin mucho más condimento p magia que esa, mientras que, por el contrario, las ventanas de la habitación –que aun conservan una capa de ceniza volcánica- no solo no reflejan muy bien las luces interiores (lo que genera una sensación perceptual intermedia entre la intimidad y la opresión?, bueno, una sensación rara…), sino que, al apagar la luz interior la exterior se filtra pero proyectando sombras sobre el vidrio que oficia como elemento “ventana” que deja pasar la luz pero al mismo tiempo como soporte de imágenes como una pantalla de sombras chinescas… digamos, la ceniza generó en el vidrio una superficie translúcida, algo similar pero no igual a un vidrio levemente esmerilado. Por ello las fotografías… para que se puedan comparar estas dos situaciones.
A su vez, decidí incorporar otras fotos, que hablan de algo similar aunque distinto pero que me parece piola mencionarlo aquí ya que, como dije, mis clases particulares son de “arte y tecnología” y pienso que puede serle útil a alguien, emplear este conocimiento con fines artísticos o tecnológicos según lo decida. Me refiero a una situación física de la luz y que, escénicamente tiene un uso artístico interesante, como resultado de la fusión del arte, la ciencia y la tecnología:
La luz sólo es visible al interactuar con la materia, materia ésta, que la absorbe o la refleja (negra o blanca, opaca o brillante)… a su vez, su haz sólo es visible si hay humo o polvo volando en el ambiente (como cuando caminamos por un bosque y sopla un poco de viento o por un camino de tierra y pasa un vehículo… el polvillo que se levanta nos permite ver los haces de luz artificial si es de noche, natural –del sol- si es de día); así, en una obra de teatro o un espectáculo de música (más frecuente en este último y muy habitual en discotecas), el empleo de máquinas de humo nos permite visualizar los distintos haces de las luces o lásers que se están utilizando lo cual le confiere un aspecto más envolvente al clima lumínico, más íntimo, acogedor y hasta corpóreo o tridimensional, de ahí las fotos ilustrativas: en las dos primeras un ejemplo casero con una linterna led y el humo producido al quemar palo santo y las dos siguientes por un puntero láser con y sin humo mediante.
Agustín Pecchia – Bariloche. 30 de julio, 2011 / Copyleft, libre de derechos de autor
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